Raza de gatos mau egipcio

Raza de gatos mau egipcio

Historia de la raza

Como su propio nombre ya nos indica, el origen de esta raza es 100% egipcio. De hecho “mau” quiere decir “gato” en esa lengua. Estos gatos han sido desde la antigüedad unos gatos muy admirados, incluso venerados, como demuestra que los encontremos representados en muchas representaciones del Antiguo Egipto, ya sea en papiros, esculturas o frescos.

Gracias a muchas de estas muestras podemos asegurar que la raza es una de las más antiguas existentes, habiendo documentos que sitúan su existencia en, al menos, cerca de 4000 años. En la época egipcio éstos eran excelentes cazadores de ratones a orillas del Nilo, y eran gatos venerados como representaciones en la tierra de la diosa Basthet.

Los primeros ejemplares que salen de Egipto son importados por la princesa rusa Natalia Troubetskoi a inicios de la década de 1950, exiliada ésta en Italia. Los tres gatos fueron expuestos en Roma en 1955 y tuvieron instantáneamente un verdadero éxito. De Italia ésta se fue a Estados Unidos, con sus gatos por supuesto, y una vez allí comenzó una cría selectiva de éstos.  

En Estados Unidos la raza se reconoce en 1977, mientras que en Europa ésta no sería reconocida hasta 1993.

Un dato curioso sobre la raza es la creación por parte de criadores británicos de gatos de la raza mau egipcio sin ningún ejemplar propio de la raza. Debido a estrictas reglas de importación de animales los británicos intentaron crear esta raza mediante cruces de gatos abisinios, tabby y siameses. El resultado de estos “peculiares” cruces es lo que hoy se conoce como raza spotted tabby.

 Características de la raza

El mau egipcio está considerado como un “gato de lujo” desde sus primeras exportaciones. Son gatos ideales para apartamentos, ya que disfrutan más en casa que fuera de ella. Éstos aprecian la comodidad y ser tratados como reyes. No obstante no son gatos caprichosos o agresivos si no son tratados como tal.

El mau egipcio es también un gran cazador. En un jardín estará feliz observando con atención a sus presas antes de lanzarse a por ellas. Y muy pocas se le escapan. Pero cuidado con sus movimientos en sus salidas ya que por su pelaje, que se confunde con el entorno, el mau es un gato fácil de perder. 

La sociabilidad de la raza es enorme, lo que hace que muchos le cataloguen como gato-perro. Son animales muy activos interesados por todo lo que ocurre a su alrededor en casa, intentando formar parte de ello. Además es paciente con los niños y se deja acariciar durante horas. No tiene miedo de los extraños y es muy sensible, llevando muy mal la soledad. 

En cuanto a su comportamiento, el mau egipcio es un gato dulce y paciente. Acepta la presencia de compañeros, incluso aunque no sean gatos, sin el menor problema. Es muy cariñoso y tierno con todos los que le rodean. No obstante con los gatos es un poco dominante.

El gato egipcio necesita de dueños a los que les guste jugar con él y que estén siempre disponibles, porque le encanta la compañía y odia la soledad. Puede pasarse horas jugando con su dueño, al que le mostrará lo atlético y ágil que es con muchas piruetas. 

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