Historia de la raza
Según la leyenda, el gato Manx fue el último animal en montar en el Arca de Noé, pero cuando estaba subiendo la puerta del barco se cerró y la cola del gatito fue cortada. Científicamente sabemos que la razón es una mutación genética, pero esa leyenda nos demuestra lo enigmática que es esta raza.
Los gatos manx, también son llamados “gato de la Isla de Man, son originarios como su nombre nos indica de la isla británica de Man. La mutación que ha degenerado en la ausencia de cola se ha desarrollado en la propia isla, a causa del aislamiento con otros gatos y de la fuerte consanguinidad.
Por tanto vemos que es la selección natural la encargada de crear esta peculiar especie. No obstante esa falta de cola es el rasgo más característico y más apreciado en esta raza. Pero no siempre esta raza ha vivido con ausencia de cola, ya que podemos ver el Stumpy, que tiene una pequeñísima cola, el Riser, cuyo principio de la cola solo se adivina tocándolo, y el Longy, que presenta un verdadero apéndice caudal.
Aunque sobre su ausencia también corre otra leyenda del folclore inglés que la atribuye a la tacañería de los habitantes de la isla, sosteniendo que durante un invierno muy severo se les cortaron las colas a todos los gatos para economizar la madera de la leña. ¿El motivo? Al no tener que esperar que la cola del gato también entrara por la puerta, ésta se cerraría más rápido y se escaparía menos calor al exterior.
La mutación que crea el nacimiento de individuos sin cola solo sucede si se cruzan dos gatos de la raza Manx.
Características de la raza
Al hablar de los gatos de la raza manx lo hacemos de una especie de “perro felino” o de “gato perruno”, ya que éstos presentan un cariño y una devoción tal por sus familias y hacen tanta compañía a niños y a personas mayores que muchos lo catalogan como el gato-perro. De hecho los americanos lo conocen como dog like, que significa algo así como casi perro.
Es una raza de gatos muy equilibrada y muy inteligente a la que le encanta sentirse querida. Tanto es así que solo por el amor y la aprobación de su dueño es capaz de aprender casi cualquier cosa que le queráis enseñar. Casi como un perro, ya lo decíamos.
El amor por sus dueños le lleva a adoptar actitudes de protección, por lo que estamos ante un verdadero gato guardián que le bufa e incluso ataca a los extraños que tienen la desgracia de hacerle sospechar.
Con estos gatos y su inteligencia hay que tener mucho cuidado, porque no solo aprenden lo que no debe hacer, sino que copian lo que hacen los humanos. Eso quiere decir que no será raro ver a nuestra mascota abrir una puerta, los grifos o meterse en la nevera para sacar algo que le guste.